—¿Qué es más importante: la pregunta o la respuesta? —preguntó el Maestro con voz profunda y seria.
Nadie respondió. Entonces el Maestro prosiguió:
La pregunta es el cimiento del conocimiento y la semilla de la genialidad. Bien lo recordó Albert Einstein en una entrevista que William Hermanns le hizo en Princeton entre 1943 y 1954, recopilada años después en el libro Einstein and the Poet: In Search of the Cosmic Man (Branden Publishing, 1983, p. 138):
—Albert Einstein
Cuida esa curiosidad sagrada en tu pensamiento: cuestiónate, duda, no te cases con ninguna idea. Busca flexibilizar tu sistema de creencias; desconfía incluso de estas palabras, pero jamás dudes de ti ni del sagrado don divino de cuestionar y cuestionarte.
El verdadero Maestro no impone respuestas a preguntas no formuladas; en su lugar, cuestiona, reflexiona y simplemente muestra el camino. Nos corresponde a cada uno decidir tomarlo y recorrerlo.
Con afecto
Servir para Trascender
Miguel Vladimir Rodriguez Aguirre
Buen día, muy buena reflexión!!
ResponderEliminarMuy buen punto, siempre estamos queriendo dar respuestas a lo que no preguntamos, nos contestamos de acuerdo a nuestro reducido conocimiento... Me gustó, enhorabuena Vlady
ResponderEliminarIAC/ CAC WhatsApp Institucional Excelente reflexión QH. Quiero decirte que en el Modelo9 del Ateneo de Colima, tenemos dos tareas en nuestra práctica pedagógica a realizar para lograr las competencias en nuestros alumnos: Generar Plataformas de Aprendizaje, con base en la generación de preguntas y eso último es lo mas difícil para cualquier docente. El Modelo es Pe.P.E.Tal.: Pedagogía Participativa de Educación para el Talento. Un abrazo
ResponderEliminarDudar, preguntar, investigar alimentan el camino del pensamiento científico!!
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