En el Blog de esta semana te quiero hablar de una de las prácticas más antiguas y a la vez mas incomprendidas en la sociedad actual y que cobra gran relevancia en los tiempos que vivimos, como seguramente ya lo puede intuir, me referiré a la meditación.
Te he de compartir que, durante mi infancia y en mis primeros años de juventud, creía que meditar era estar en lo alto de una montaña, sentado en posición de loto, haciendo el sonido “OM” lejos de toda civilización. Lógicamente esa imagen en aquel tiempo, no la entendía ni me interesaba, creía que meditar era solo para las personas dedicadas a la santidad (yo no soy ningún santo), gurús, chamanes, monjes, maestros espirituales., etc.
Sin embargo, hoy en día nuestra sociedad está cada vez más convulsionada, llena de información, pero tan carente de sentido, sin filtros, donde la moral se confunde con lo anticuado y la virtud con la idiotez, con tantas formas de ver y sentir el mundo, pero sin saber quién eres y cuál es tu lugar en él. Es por ello que hoy más que nunca, la práctica de esta actividad ancestral es fundamental, permíteme compartirte un fragmento de “El gran libro de la meditación”, libro que te recomiendo ampliamente escrito por el Maestro Ramiro A. Calle y que nos da luz al respecto.
“De la misma forma que hay que cuidar, atender y ejercitar el cuerpo, con mucha mayor razón hay que proceder del mismo modo con la mente, ya que esta es el órgano de percepción y cognición, nuestra inseparable compañera de por vida y con la que todo lo vivimos y experimentamos. No es, pues, de extrañar que Buda aseverase que la mente es la precursora de todos los estados y declarase:
No conozco ninguna otra cosa que sea tan ingobernable como una mente no desarrollada. En verdad que una mente no desarrollada es ingobernable.
No conozco ninguna otra cosa que sea tan gobernable como una mente desarrollada. En verdad que una mente desarrollada es gobernable”.
El enfoque del cuidado de la mente, es un aspecto, desde mi punto de vista, muy descuidado en los países occidentales, nuestra educación y cultura no concibe al cultivo de una sana mentalidad como una prioridad en salud pública, y en el ramo educativo creemos que, con incluir en la currícula temas como inteligencia emocional, metacognición, autorregulación, gestión de emociones, etc., hemos cumplido con el fomento de bienestar mental de las futuras generaciones, nada más alejado de la realidad. Los beneficios de la práctica de la meditación están ampliamente documentados, hay una amplia bibliografía e investigaciones al respecto, que pueden revisar con relativa facilidad.
En mi experiencia, te puedo compartir que la meditación es una práctica que te permite conectarte con la esencia de tu ser, separa tus pensamientos con el testigo de los pensamientos, es decir, logras distinguir entre conciencia, pensamiento y emoción, lo que te permite drenar los pensamientos nocivos que están enquistados en tu subconsciente, y reconstruir un nuevo esquema de pensamiento y con ello, renovar el sistema condicionado de emociones. Está comprobado que la práctica constante de la meditación, produce cambios significativos en el funcionamiento del cerebro humano, uno de ellos es equilibrar la bioquímica cerebral. (Te dejo al finalizar un enlace de la revista Scientific America en Español, que aborda este apasionante tema).
Si nunca has meditado en tu vida, te comparto que es un hábito que vale mucho la pena construir en nuestras vidas, es muy similar a cuando aprendemos a caminar, a andar en bici, patinar o manejar, es decir, necesitas mucha práctica, paciencia y perseverancia. Pero sobre todo es muy importante que identifiques el momento ideal para incorporar la meditación a tu vida, una forma muy eficiente de hacerlo es precisamente en este momento respondiendo estas sencillas preguntas ¿Qué sientes cuantos lees éstas líneas sobre la meditación? ¿Te llama? ¿Sientes un impulso dentro de ti para investigar y empezar a practicar? Si es así, es el momento y estos párrafos son el medio para darte cuenta de ello. ¿Coincidencia?, todo lo contrario, una mente muy superior a ti y a mí, ha hecho que este mensaje llegue en el mejor momento para tu vida, pero ya es tarea tuya leerlo y atenderlo, curiosamente viene a mi mente aquel pasaje bíblico cuando el Maestro de la virtud Jesús de Nazareth dijo, “muchos serán los llamados pero poco los elegidos”, pues bueno, el Maestro llama pero el que se elige es aquel que acepta y atiende el llamado, es decir, ser elegido depende de cada uno de nosotros, cada persona se elige a sí misma.
Con Afecto y Cariño
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