“En un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder.”
—Yuval Noah Harari
Después de una semana agotadora, no hay nada más reconfortante que un viernes en casa. Si bien es cierto que este disfrute es fruto de los años recorridos, hoy ha sido diferente. Un llamado a escribirte, estimado(a) lector(a), ha convertido este viernes en una noche especial.
Hoy quiero compartir contigo una reflexión y un regalo que he estado madurando durante algunas semanas. La reflexión está relacionada con el mundo actual, con el momento y los desafíos que nos toca vivir. Uno de ellos es la sobrecarga de información en la que estamos inmersos. Es asombroso observar cuánta información se genera todos los días. Prácticamente cualquier persona con un dispositivo y acceso a internet puede producir contenido. Esto representa una gran ventaja, pero también un gran riesgo.
La ventaja radica en no depender de los medios tradicionales, que durante años monopolizaron la difusión de información, y en la posibilidad de democratizar el conocimiento y fomentar la libre expresión sobre casi cualquier tema. Sin embargo, los riesgos son enormes cuando la información generada carece de conciencia y responsabilidad por parte de quienes la producen, sean individuos, organizaciones o sociedades enteras.
Hoy estamos inundados de información sesgada, tendenciosa y carente de sustento científico o académico en muchos temas sensibles. Paradójicamente, esto ha llevado a una mayor polarización de opiniones, menos tolerancia hacia quienes piensan diferente y una creciente confusión en asuntos cruciales.
En este contexto, la frase de Yuval Noah Harari cobra aún más sentido: “En un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder.” Entonces, ¿cómo podemos generar claridad de pensamiento en este mar de información irrelevante? Sin duda, ser selectivos con lo que consumimos y conservar solo la información y el conocimiento que realmente nos aporten valor es clave en esta construcción de claridad.
Marcos Emowe, en su libro Leer es perder el tiempo, menciona que una forma de controlar tu vida es controlando la información que te rodea. Si esto es cierto, ¿cómo podemos gestionar la abrumadora cantidad de información que nos llega a diario? La respuesta está en desarrollar un Sistema de Gestión del Conocimiento Personal (SGCP).
Este planteamiento no es nuevo. A lo largo de la historia, los grandes genios han desarrollado sus propios sistemas para organizar y procesar el conocimiento. En los últimos años, autores como David Allen y Tiago Forte han propuesto métodos similares para estructurar este tipo de información de manera efectiva.
Personalmente, llevo años trabajando en este fascinante tema y he desarrollado un taller para ayudarte a construir tu propio SGCP. Como agradecimiento por leerme y seguir a Infinitólogos, quiero compartirte totalmente GRATIS la grabación de este curso-taller.
Aquí tienes el enlace al video de la primera parte del taller. La segunda parte la estaré subiendo la próxima semana.
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Espero que disfrutes y aproveches el taller al máximo. Déjame tus comentarios e impresiones sobre esta publicación y sobre la primera parte del curso. ¡Me encantará leer tu opinión!
Con afecto
Servir para Trascender
Miguel Vladimir Rodriguez Aguirre