sábado, 25 de enero de 2025

La Espada de Doble Filo: Razonamiento y Acción en Equilibrio

  

El pensamiento, cuando no se traduce en acción, se convierte en fantasía; una serie de ideas sin ancla que flotan en el mar de lo irreal, por otra parte cuando la acción, carece de razonamiento, puede llevarnos al caos, convirtiendo lo que parecía una decisión espontánea en un verdadero infierno…


Cierto día un discípulo le pregunto a su maestro sobre la clave para encontrar el equilibro entre el pensamiento y la acción, a lo que el mentor le respondió  “aprende a usar la espada de doble filo” 

El poder del razonamiento: el filo que guía

El pensamiento es como el filo de una espada afilada. Nos permite analizar, planificar y prever los resultados de nuestras decisiones. Sin embargo, muchas veces, este filo puede volverse en nuestra contra cuando lo usamos en exceso. Reflexionar demasiado puede paralizarnos. Nos quedamos atrapados en el "y si..." y el miedo a equivocarnos nos detiene antes de dar el primer paso.


La clave está en usar este filo con valentía. Pensar no solo para imaginar lo que podría suceder, sino para trazar un camino claro hacia la acción. Pregúntate: ¿Estoy pensando para avanzar o para evadir el siguiente paso? Si descubres que tu razonamiento se ha convertido en un refugio cómodo, es momento de dar el salto. Recuerda, el propósito del razonamiento no es protegerte del fracaso, sino prepararte para enfrentarlo con sabiduría.


El impulso de la acción: el filo que transforma

Por otro lado, la acción es la herramienta que da forma al mundo. Nada cambia sin movimiento. Sin embargo, la acción descontrolada, sin el balance del razonamiento, puede llevarnos por caminos oscuros. ¿Cuántas veces hemos tomado decisiones apresuradas solo para descubrir, demasiado tarde, que actuamos sin pensar?


El secreto está en usar este filo con prudencia. Antes de lanzarte, pregúntate: ¿Estoy actuando desde la claridad o desde la impulsividad? Tómate un momento para conectar con tus intenciones. No se trata de frenar la acción, sino de dirigirla. La prudencia no es un obstáculo, es una brújula que asegura que cada paso tenga un propósito.


La verdadera maestría radica en aprender a usar ambos filos de la espada con destreza. El razonamiento y la acción no son enemigos; son aliados en el arte de vivir con intención. Uno guía, el otro ejecuta. Cuando el pensamiento se atreve a convertirse en acción, y la acción se enriquece con el razonamiento, somos capaces de crear una vida en equilibrio.


La vida nos ofrece esta espada de doble filo no para temerla, sino para dominarla. Usa el razonamiento con valentía y la acción con prudencia, y descubrirás que no hay reto demasiado grande ni meta inalcanzable.


Pregúntate hoy: ¿Estoy usando mi pensamiento como una herramienta para avanzar o como una excusa para no actuar? ¿Estoy tomando acción desde la claridad o desde el impulso? La respuesta a estas preguntas puede cambiar el curso de tu vida.

Al final, lo que realmente define nuestro camino no es solo la calidad de nuestras ideas ni la cantidad de nuestras acciones, sino cómo logramos armonizar ambas fuerzas. La espada es poderosa, pero solo en las manos de quien aprende a usarla con sabiduría. ¿Estás listo para tomarla?



 

Con afecto 

 

Servir para Trascender

Miguel Vladimir Rodriguez Aguirre






sábado, 11 de enero de 2025

El Reto de Educar en los tiempos actuales.


 La Educación es por definición uno de los fenómenos sociales con mayor complejidad de análisis y ejecución debido a los diferentes factores que en ella influyen, uno de estos  es  la evolución de la cultura, así como la transmisión y comunicación de la  información y conocimiento, elementos han influido enormemente en la historia de la humanidad así como en los diferentes movimientos sociales, políticos y bélicos, tal y como lo menciona   Charles Van Dore en su libro "La breve historia del saber"  en donde afirma que existieron dos grandes explosiones del conocimiento en la historia de la humanidad, la primera en Grecia en el 800 a.C. con la invención del alfabeto que dio la posibilidad de  poder registrar  fielmente el pensamiento y  conocimiento por medio de la escritura trayendo con   esto un desarrollo exponencial en la filosofía, ciencias y artes, la segunda explosión  inicia en el siglo XV con la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg en 1440, lo que contribuyó a la producción en masa de libros y con ello una exponencial difusión del pensamiento, filosofía, ciencia y arte  emergente influyendo en el desarrollo del  pensamiento del periodo conocido como la  Ilustración y por ende catalizador de las diferentes revoluciones sociales y políticas de este tiempo.


Hoy en pleno 2023 estamos viviendo la tercera explosión del conocimiento empujado por el internet,  las tecnologías de la comunicación e información y recientemente la Inteligencia Artificial  que hacen posible el acceso, la generación y divulgación de información de manera casi instantánea; ante este cambio la evolución en las practicas económicas, políticas, sociales, culturales se han acelerado de manera vertiginosa, sin embargo, en el ámbito educativo esto no ha sido así; entonces convendría preguntarnos ¿Cuáles son los  motivos por  los cuales los  cambios en educación han sido tan lentos? y ¿Cuál sería el cambio o evolución en educación que necesita la sociedad actual?

El primer punto que quiero abordar para dar respuesta a estos cuestionamientos desde una perspectiva exclusivamente  pedagógica es la llamada inercia del pasado que se menciona en el texto "La enseñanza en el siglo XXI" en donde se señala que "hay en las aulas con  una tremenda inercia, una inercia de siglos, que pesa toneladas, y que en pocos casos se logra vencer" este elemento constituye un interesante punto de análisis,  debido a que los seres humanos por naturaleza tendemos a reproducir esquemas o relaciones sociales con las cuales fuimos formados,  en este sentido el acto educativo y los roles de sus actores son sumamente influenciados por las prácticas y esquemas de la experiencia previa;  y a pesar de que  en algunas escuelas se han dotado de  internet y  tecnologías educativas, el  rol del docente como el actor principal en el proceso educativo, y del estudiante como receptor y repetidor de  información ha cambiado muy poco a pesar de la reformas curriculares educativas  que se han llevado a cabo en los últimos sexenios.


La educación en México se ha quedado corta y en muchas ocasiones desfasada en comparación a los  cambios sociales que el mundo digital ha acelerado, el mito de la escuela como la única puerta hacia el  conocimiento ha quedado desbancado, la creencia  de mejores ingresos y oportunidades al que estudia más ha sido  desmitificada; es por ello  que la práctica educativa ocupa urgentemente romper esa "inercia de la costumbre" para reinventarse y adaptarse a los tiempos actuales donde "el papel principal de la escuela sea guiar al estudiante para que sepa seleccionar con criterio información, interpretarla y utilizarla de un modo que tenga sentido en un  campo especifico", lograr  lo anterior implica nuevas competencias en las maestras y los maestros que implica la actualización en las nuevas tecnologías, diseño de una pedagogía de aprendizaje  situada, que contribuya al desarrollo del pensamiento crítico y habilidades, esta necesidad demanda a la y al  docente un trabajo más complejo,  ya no es suficiente  difundir el conocimiento sino que se debe diseñar experiencias de aprendizaje utilizando los recursos del mundo actual, para guiar a los estudiantes en la construcción de su aprendizaje desde su individualidad. Sin embargo las jornadas laborales de los docentes siguen igual, no se han destinado tiempos y espacios suficientes para que las y los maestros puedan planear, evaluar y diseñar practicas educativas que cumplan con las necesidades sociales actuales, “una dinámica más compleja supone más tiempos y recursos” razonamiento que no ha sido debidamente valorado hasta el momento  por las autoridades educativas y por ende ha impedido generar las condiciones para una verdadera educación del siglo XX, sin bien es cierto que existe un sinnúmero de resistencia de facto al cambio educativo de diferentes índoles, el avance del mundo digital y el cambio en la forma en como vemos e interpretamos el mundo seguirá avanzando y la educación no puede por el bien de nuestra sociedad seguir tan rezagada.


El reto es complejo tanto para autoridades, docentes, alumnos y padres de familia; la peor decisión sería seguir en la zona de confort  con las prácticas de siempre o en la simulación permanente, sin embargo, de no emprender esta evolución educativa corremos el riesgo de que el pensamiento, los valores y  las prioridades humanas estén determinadas por los medios digitales cuyo principal objetivo no es el desarrollo y la felicidad humana sino promover el consumo y la difusión de ideas convenientes como medio de control del pensamiento humano

 

 


Con afecto 

Servir para Trascender
Miguel Vladimir Rodriguez Aguirre




Referencias: 

Reimers, F. M., & Chung, C. K. (2016). Enseñanza y aprendizaje en el siglo XXI: Metas, políticas educativas y currículo en seis países

Van Doren, C. (2006). Breve historia del saber: La cultura al alcance de todos (C. Casanova, Trad.). Editorial Planeta. (Trabajo original publicado en 1991)

 

viernes, 3 de enero de 2025

2025: Un Año para Volver a la Esencia



Hoy  hemos olvidado como sociedad lo que  realmente importa. Hemos intercambiado lo correcto por lo popular, abrazado verdades a medias que nos resultan cómodas, y relegado los valores que alguna vez definieron nuestra humanidad. Hoy es un buen día para reflexionar.

El año 2025 es un llamado a volver a la esencia, a redescubrir aquello que nos conecta como individuos y como sociedad. Pero, ¿qué significa realmente volver a la esencia?  

Vivimos en una era donde la validación social, las redes y los medios de comunicación  han convertido la búsqueda de la aprobación en un deporte mundial. En este proceso, lo correcto ha sido sustituido por lo conveniente. Las verdades incómodas son enterradas bajo capas de superficialidad, mientras las mentiras fáciles florecen en la comodidad de nuestra distracción.  

Volver a la esencia implica aprender a cuestionar lo que vemos, escuchamos y compartimos. Significa atrevernos a buscar la verdad, incluso cuando esta sea incomoda, incluso cuando nos desafíe a cambiar. Pregúntate: ¿cuántas veces elegimos  lo  popular por encima de lo  correcto? 

Como sociedad, hemos caído  en la trampa  de buscar  la justicia y la igualdad   enfatizando aquello que nos separa. Religión, ideología, cultura, política, genero, raza, nacionalidad: cada diferencia se magnifica hasta el punto de la fragmentación. Y aunque es cierto que la diversidad es una riqueza, también lo es que nuestra fortaleza proviene de las grandes coincidencias dentro de estas diferencias.

Volver a la esencia nos invita a buscar las coincidencias, esos valores universales que trascienden fronteras. El amor, la compasión, el respeto y la justicia son principios que no conocen color ni bandera. ¿Qué pasaría si dejáramos de lado el debate que divide y empezáramos a construir desde aquello que nos une?  

En tiempos recientes, hemos visto cómo las ideologías han pasado de ser herramientas de reflexión a armas de adoctrinamiento y de poder. Las ideas y los puntos de vista validos  no tienen como base  el pensamiento crítico y sustentado, en su ligar se  busca conformidad ciega. Este cambio nos aleja de los principios que desarrollan individuos y sociedades libres.  

Volver a la esencia significa despojarnos de etiquetas, romper con los dogmas y regresar a los valores fundamentales: la honestidad, la empatía, la libertad de pensamiento. Es elegir crecer en lugar de obedecer, cuestionar en lugar de repetir. ¿Qué principios rigen tu vida hoy? ¿Son tuyos, o los adoptaste sin cuestionarlos?  

El año que comienza no es solo un cambio de calendario. Es una oportunidad para hacer una pausa, mirar hacia adentro y reenfocar nuestra energía en lo esencial. Más allá del ruido, las divisiones y las modas pasajeras, se encuentra la verdadera esencia de quienes somos.  

Volver a la esencia no es un regreso al pasado, sino una revalorización de lo que es eterno y verdadero. Es un acto de valentía en un mundo que parece diseñado para distraernos.  


Te invito a tomar este 2025 como un año de reflexión y acción. Pregúntate:  

- ¿Qué principios estoy dispuesto a defender?  

- ¿Cómo puedo aportar a la unión, en lugar de contribuir a la división?  

- ¿Qué mentiras cómodas he aceptado y cómo puedo reemplazarlas con verdades profundas?  


Este año puede ser el inicio de una transformación personal y colectiva. Volver a la esencia  es un llamado urgente para quienes anhelamos un mundo más auténtico, más justo y más humano. ¿Estás listo para responder a ese llamado?


Con afecto 

Servir para Trascender
Miguel Vladimir Rodriguez Aguirre


“En un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder.”

  “En un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder.” —Yuval Noah Harari Después de una semana agotadora, no hay nada m...